Flyer
Tras un fin de semana anterior con la península ibérica envuelta en una tormenta perfecta (a.k.a ciclogénesis explosiva) llegó otro finde donde el temporal no acompañaba. Mucha lluvia. Quizás eso echó hacía atrás a la gente, que por primera vez y a través de redes sociales los chicos de Vértigo ofrecían de forma pública acceder por lista (lo que indica la pobre venta de entradas anticipadas). Habría que estudiar el caso en concreto porque es difícil comprender como una fiesta que en todas sus ediciones ha reventado el aforo, de repente tiene casi que mendigar al público para que vaya. ¿Será la cuesta de Marzo (Goa, Klubbers, semana santa…)?. El caso es que me encaminaba a Fabrik por una carretera vacía de tránsito, llegando a un parking principal que apenas llegaba al 50% de su capacidad. El plan que tenía en mente era básicamente estar en la Zona Satellite porque ahí actuaban los artistas que me interesaban ver: Phil Kieran, Radioslave, y James Holden, sin hacer ascos al gran Steve Bug.
El primero que cayó fue Phil Kieran en su formato live. La sala estaba prácticamente vacía. No se si se llegaría a las 100 personas para la segunda zona más grande del complejo. El irlandés, ataviado con unas gafas que reflejaban las proyecciones de loa monitores, desarrolló un live que al principio fue muy lento con ritmos entrecortados y melódicos para luego empezar a dar una continuidad “in crecendo” de temas muy electrónicos pero sin llegar a niveles contundentes de su alter-ego Alloy Mental. La mejor forma de definirlo fue suavemente raro, quizá me esperaba otra cosa. No me disgustó pero tampoco me entusiasmó.
Tocó una visita a la zona de colectivos donde estaba Ivan Pradana representando al sonido de Squisitech. Si en la Satélite había poca gente en está os podéis imaginar el panorama: El dj, sus amigos, y breves visitas de gente que se pasaba para ver el percal y volverse a otras zonas. Aún así, la ilusión y entusiasmo de Pradana animaba a bailar el minimal-tech que estaba poniendo.
"I.Pradana: Ganas e ilusión"
De vuelta a la Satellite, esta vez con más gente pero medio desnuda, ya estaba Radioslave. Sin duda una de las sorpresas positivas de la noche. Tenía curiosidad por ver qué era capaz de hacer tras los platos debido al listón alto que deja sus producciones. Como dj despachó un set tech-house muy bailongo y animado. Ahora lo que me intrigaba era cómo sería capaz de adaptarse Holden al público que le había preparado Radioslave.
"...y me entraron ganas de bailar"
El de Oxford es un artista que despierta filias y fobias, y allí se encontraba un público claramente pro-Holden. Cuando Radioslave estaba poniendo sus últimos temas y el inglés apareció por cabina, el público ya empezó a gritar. Fenómeno fan 100%. Así que aún sin necesidad de dar continuidad a la línea marcada por Radioslave, hizo justamente lo contrario. Siguió evolucionando y transformando ese tech-house para llevarlo a su terreno y experimentar el sonido tan característico de James Holden. El viaje había comenzado."Despegue"
Utilizando el cd como soporte para pinchar, Holden nos contaba su película sonora y la mayor parte de los presentes nos zambullimos en ella. En cada mezcla creaba una atmosfera particular y los brazos en alto de la gente no se hacían esperar. Momentos de bajones mágicos se combinaban con sonidos salidos del futuro. Tan pronto sonaban melodías como bajos contundentes. Todo esto realizado con una clase al alcance de pocos, y es que pocos son capaces de hacer esos popurrís y salir indemnes del intento. Además si encima añadimos que no sólo se preocupó de pinchar sino también de agradar, la conexión es total. Daba la mano a todo el que se le acercaba, firmó una gorra y un cd de su Balance 005 en plena sesión. A mi este hombre me tiene ganado por siempre.
"Vuelo"
"Aterrizaje"
A Steve Bug lo vi hace relativamente poco así que decidí pasar a la zona donde se encontraban la Rumanía más marchosa, Arpiar, es decir, Raresh, Rhadoo y Pedro. Este trio era el encargado de poner música juntos pero no revueltos desde las 2 de la mañana hasta las 6 en la Upper Floor. El aforo de esta sala era de un poco menos de la mitad de su capacidad, pero la gente bailaba que daba gusto. Si Radioslave me pareció bailongo, los rumanos eran bailongos al cubo. Set desenfadado y divertido. Mucho dinamismo.
Todavía no había pisado la pista principal, así que para despedir la fiesta lo haría viendo a Felix Krocher. Techno contundente. Locura colectiva para la zona que presentaba mejor aspecto llegando al 80% de su capacidad. Krocher lo dio todo, y la gente lo disfrutaba por todo lo alto. El cierre llegó sobre las 6:50 de la mañana con el Blackwater de Octave One que puso aquello patas arriba. Y cuando ya pensaba que todo había acabado soltó otro clásico tan sorprendente como impropio para una main room de Fabrik, el Windowlicker de Aphex Twin. Grata sorpresa. Sonó durante unos 3 minutos que me supieron a gloria. Después cortaron la música y el público habitual de la sala comenzó a canturrear el “lololo-lolo-lololo” (pongan aquí el ritmo del Seven nation army) momento para huir en busca del coche. La fiesta había concluido, la lluvia continuaba.
"Krocher reventando la principal"
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Fotos: Tillate
Videos: Youtube (Ferasmo)
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